John Lee, de la Universidad de Toronto (59), apoyado en un cuestionario para la medición del enamoramiento, ha establecido tres tipos primarios de amor bastante independientes entre sí:
Identificando, asimismo, tres combinaciones “puras” de estos tipos primarios:
Curiosamente, en nuestra cultura y entre las parejas, no se ha comprobado la existencia del Ágape (amor puramente desinteresado y altruísta), de hecho su escala no lo mide pues parece que tan sólo está al alcance de los místicos o los santos; lo más cercano encontrado fue una mezcla de storge y eros (intimidad intensa e idealista sin preocupaciones excesivas sexuales) cercana al conocido como amor platónico.
En virtud de todo ello, la pregunta tal vez no deba ser cuánto te amo o me amas, sino ¿de qué forma?. En cuanto a los sexos, las mujeres suelen ser más pragmáticas, frías y estórgicas que los hombres, puntuando también más en manía (celos y posesión); mientras que los hombres tienden a ser más eróticos y lúdicos. De hecho, las mujeres se casan muchas menos veces que los hombres con personas de estatus inferior y se vinculan románticamente mucho menos con hombres más jóvenes... además de concederle menos valor al atractivo físico, parece ser que en la elección conyugal la pasión o el romanticismo tiene menos importancia en ellas que en los hombres.