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TERAPIA DE PAREJA

Quiero hacer contigo
lo que la primavera
hace con los cerezos


Pablo Neruda

La relación de pareja se inicia como una fuente de satisfacción mutua, sin embargo a veces surgen conflictos que se van enquistando y dan lugar a una profunda insatisfacción. La pareja entra en dinámicas disfuncionales y en ocasiones la relación parece más un campo de batalla que una relación basada en el amor.

Los problemas surgen por diferentes formas de ver la vida, expectativas de futuro, estilos de crianza de los hijos, relaciones complicadas en el entorno familiar, doméstico, laboral o económico.

En otras ocasiones hechos puntuales pueden hacerse tambalear seriamente una relación: infidelidades, celos, ludopatías, adicciones o simplemente pérdida de confianza.

La comunicación, base de la relación se pierde y ambos miembros de la pareja se comunican en sintonías diferentes, sin lograr avanzar hacia el entendimiento.



BASES DE LA TERAPIA DE PAREJA

A continuación exponemos los puntos en los que incide la terapia de pareja. Los dos primeros bloques están orientados a la relación en su inicio y consolidación, y los dos segundos a la ruptura y comienzo de la vida sin la pareja.

Aunque en todas ellas se puede hacer un trabajo terapéutico para ambos miembros de la pareja, frecuentemente en la primera y última fase, se realiza una terapia individual, siempre dependiendo de la problemática.


frecuentemente en la primera y última fase, se realiza una terapia individual, siempre dependiendo de la problemática.




DIFERENTES TIPOS DE CRISIS DE PAREJA

CRISIS NORMALES EN LA PAREJA

En toda relación de pareja sobrevienen momentos complicados que son completamente normales y propios de una relación durante su proceso de maduración, como una forma de encaje de ambas personas con sus motivaciones, intereses y anhelos. Para superar estas pequeñas crisis o desavenencias, será necesario únicamente el diálogo entre la pareja y el objetivo común de lograr alcanzar nuevamente la estabilidad. 

CRISIS EXISTENCIAL DE UN MIEMBRO DE LA PAREJA 

Se produce cuando un miembro de la pareja hace balance de su vida encontrando lagunas o fuentes de insatisfacción en el pasado, como si el presente no le llenara o hubiera perdido la referencia de los objetivos que perseguía en su vida. 

La crisis de identidad es dolorosa, ya que deja al descubierto ilusiones y proyectos no cumplidos, carencias en lo que la persona piensa “que le llena”, promesas incumplidas y metas, que a pesar de haber sido perfectamente abordables no han sido alcanzadas. En ocasiones esa sensación de frustración hace que la persona que está pasando una crisis de identidad reaccione con hostilidad hacia su pareja, culpabilizándole de lo que se perdió en el camino pero sin que exista una base sólida para esta reacción de rechazo. 

En este tipo de crisis el abordaje terapéutico irá enfocado en un primer momento a clarificar la situación del miembro en conflicto para posteriormente abordar una nueva forma de relación, encaminada a la satisfacción personal de ambos miembros y al cumplimento de sus metas. 

CRISIS DE PAREJA POR INFIDELIDAD 

Este tipo de crisis suele ser grave y muy dolorosa para ambos miembros de la pareja. Esta crisis conlleva fuertes tensiones emocionales y un progresivo deterioro de la relación por la pérdida de confianza y los sentimientos de hostilidad. 

En este caso, la terapia de pareja debe ir orientada a restablecer el diálogo entre la pareja y volver al punto en el que la relación entre ambos era satisfactoria y basada en la confianza y la fidelidad. Muchas veces las estrategias empleadas pasan por restablecer la autoestima en la persona que ha sufrido la infidelidad, ya que suele quedar seriamente dañada en este tipo de situaciones. 

CRISIS DE PAREJA POR INTROMISIÓN DE LA FAMILIA POLÍTICA 

En ocasiones la actuación inoportuna de algún miembro de la familia política es fuente de conflictos para la pareja, llegando a producir frecuentes desavenencias, sensación de hostilidad, incomprensión y aislamiento. 

El terapeuta debe restablecer el concepto de unidad familiar basado en la pareja, en el que se agregan como fuente de satisfacción el resto de los miembros de la familia, con el objetivo de servir de apoyo mutuo y no fuente de conflicto. 

CRISIS DE PAREJA POR CEGUERA LABORAL 

A veces uno de los miembros de la pareja se va distanciando e involucrándose cada vez más en su vida laboral y compromisos. En ocasiones esto se produce por un fenómeno de adicción al trabajo, pero en otras ocasiones se constata la utilización del trabajo como forma de huir de los problemas de convivencia, produciendo una ruptura en las vías de comunicación y poco a poco en los objetivos comunes de la pareja. 

CRISIS DE PAREJA POR MONOTONÍA 

Algunas parejas consideran que la simple convivencia es suficiente para mantener vivo el amor, sin embargo lo predecible de la relación, del día a día puede ir minando esa relación hasta hacerla poco ilusionante. Desaparecen los planes compartidos, la sorpresa, la ilusión y cada miembro de la pareja se va encerrando cada día más en el halo gris de la monotonía perdiendo la capacidad de lucha de la pareja. 

CRISIS DE PAREJA POR ENFERMEDAD MENTAL 

En ocasiones la aparición de un trastorno como depresión o ansiedad en un miembro de la pareja produce una crisis dada la falta de recursos y conocimiento que puede tener la persona de cómo ayudar a su pareja en esta situación

¿POR QUÉ DE REPENTE MI PAREJA SE HA VUELTO CELOSA?

Las parejas pueden volverse celosas por un descenso en su autoestima

Es bastante habitual esta consulta. Mujeres, normalmente muy preocupadas, y en algunos casos con síntomas de ansiedad que no saben el motivo para el cambio de actitud de su pareja.

Se quejan de que "de repente" se ha vuelto celoso, controlador, acusa de que se ve con otras personas o le dice que no se arregle tanto...de repente, sin existir un motivo para este cambio de actitud.

Se muestran irritables, espían los móviles, controlan la hora, y en muchos casos muestran síntomas de depresión. 

Esta conducta suele estar motivada por un cambio vital que ha hecho que la persona (en este caso estamos hablando de hombres) que motivan una BAJADA DE AUTOESTIMA: cuando el hombre se siente menos valioso comienza a pensar que su pareja "puede preferir a cualquier otro". Se desvalorizan y sienten el peligro de ser abandonados. 

Motivos como quedarse en el paro, jubilación, una incapacidad, problemas de disfunción sexual...cualquier aspecto que les haga sentirse inferiores pueden desencadenar estas reacciones. 

El trabajo en este caso no pasa por una terapia de pareja: los celos son sólo la expresión de un problema de baja autoestima y una falta de adaptación a una situación que la persona tiene que asimilar, así como la sintomatología depresiva que le pueda acompañar.  

POR QUÉ SE PRODUCE UNA INFIDELIDAD

La clave de la infidelidad consiste en buscar aquello que no se tiene en casa, algo de lo que ambos miembros de la pareja carecen en su relación. Tradicionalmente lo que ha llevado a los hombres a una infidelidad ha sido la búsqueda de nuevas emociones, mientras que las mujeres se han movido hacia la infidelidad por un problema de soledad, de falta de comunicación o de sentirse menospreciada en su relación de pareja.

Entre las causas más frecuentes de infidelidad se encuentran:

La soledad: es uno de los factores más frecuentes que provoca la entrada de una tercera persona en la pareja. Uno de los miembros se siento solo y busca de forma consciente o inconsciente a alguien para llenar este hueco.

La rutina: hacer siempre lo mismo llega a cansar y agota la relación. En ese momento uno de los dos se lanza a buscar fuera de la relación nuevos alicientes, y los suele encontrar en los lugares más comunes: gimnasio, trabajo, supermercado, los amigos....

La necesidad de afecto: La pareja necesita afecto para mantenerse. Con el tiempo se pierde el hábito de dar y cada vez cuesta más trabajo mostrar cariño a la otra persona. Escasean las manifestaciones de afecto que en ocasiones llegan a desaparecer. Equivocadamente pensamos que el sentimiento de posesión y de cotidianidad no hace necesario mostrar afecto a la pareja, y la relación se vuelve fría, con lo que uno de los miembros de la pareja puede buscar fuera el afecto perdido.

Relaciones sexuales insatisfactorias o insuficientes: cuando la actividad sexual es pobre en calidad y cantidad, y además esta situación se prolonga en el tiempo, se inicia la búsqueda de nuevos alicientes sexuales fuera de la pareja. 

La evolución divergente: es más frecuente en parejas que han iniciado muy jóvenes la relación. Cada uno va madurando de forma independiente: los amigos, ocupaciones y aficiones no son comunes. La incomunicación va aumentando esas diferencias y llega un momento que no tienen nada que decirse, ya que sus intereses no coinciden, buscando una tercera persona que sirva como complemento.

TIPOS DE INFIDELIDAD

Algunos autores señalan que existen diferentes tipos de infidelidad y que cada una de ellas se lleva a cabo por factores relacionados a la tipología. Por ejemplo:


· Infidelidad por evitación de la intimidad: Se refiere al obstáculo que algunas personas tienen para aceptar que la intimidad implica autoexposición y un cierto grado de dependencia emocional. Cuando se revela la aventura, se convierte en arma de la confrontación.

· Infidelidad por adicción sexual: Esta aventura puede ocurrir en cualquier momento de la relación; es más común en hombres que en mujeres y tiene un toque de desafío, cuando se revela la infidelidad, se defienden del miedo, la humillación y el dolor, a través de acusaciones.

· Infidelidades accidentales: Inesperadas, no planeadas. No es que ocurran de manera involuntaria, pero hay un cierto grado de inconsciencia, ya que no se tienen muy claras las consecuencias del acto.

· Infidelidad como castigo: Se utiliza como un arma en venganza de la otra persona, aunque no siempre implica un castigo por infidelidad, sino por diferentes aspectos que pudieran estar presentes desde le principio de la relación.

Por otro lado, se ha considerado que un aspecto importante a considerar es el género. Dadas las condiciones culturales, un hombre puede estar satisfecho y feliz con su pareja, pero aún así, puede tener una aventura. Esto es porque el hombre puede hacer una disociación entre amor y genitalidad. En esto se basa la justificación de la multiplicidad de parejas que puede tener un varón. Por el contrario, la mujer primero es infeliz y luego es infiel. Esto ocurre por condiciones culturales, ya que físicamente, nada les impide actuar en forma similar a los hombres 

(Aureste, Bravo, Manríquez, Diez, sin año).

CUANDO SE DESCUBRE UNA INFIDELIDAD

Tanto si el descubrimiento de una aventura es gradual como repentino, el shock es probablemente la primera emoción que se siente. Cuando el desconcierto se desvanece, pueden aparecer emociones como ira, tristeza, confusión y quizás vergüenza, especialmente si fuiste tú la persona infiel. La mayoría de las personas se preguntan cómo ha podido suceder algo así y si puede haber algún futuro para su relación.

SUPERAR UNA INFIDELIDAD

La confianza es esencial para una relación sana, y es algo que tomamos a menudo por dado hasta que se desvanece. Si tú eres la persona que ha tenido la aventura, necesitarás trabajar duro para que tu pareja vuelva a confiar en ti y a creer que la amas y que has aprendido de tu error.

Si eres la persona a quien han engañado y decides que merece la pena intentar salvar la relación, te encontrarás haciéndote preguntas durante mucho tiempo y te costará trabajo recuperar la confianza en tu pareja. 

La comunicación es fundamental, sobre todo para descubrir los motivos que han llevado a una persona a la aventura, de modo que podáis sacar algo positivo de lo sucedido que os lleve a estar más unidos y solucionar vuestros problemas. Por supuesto, para poder hacer eso, es importante dejar la ira y el resentimiento de lado y tratar de ver lo sucedido de una manera objetiva. 

Entre las situaciones más comunes que llevan a una persona a tener una aventura se encuentran las siguientes: 

Insatisfacción en la relación. A veces, dos personas que todavía se quieren pueden estar viviendo una relación insatisfactoria por diversos motivos. Si esos problemas de pareja no se tratan abiertamente o uno de los miembros de la pareja está demasiado absorto en otros temas (problemas con el trabajo, etc) y se mantiene distante impidiendo la comunicación, eso podría llevar al otro miembro a tener una aventura. 

En este caso, si tú eres la persona infiel, trata de explicarle a tu pareja cómo te estabas sintiendo. O si aún estás a tiempo y tu pareja no sabe nada de tu aventura, trata de buscar otros métodos menos arriesgados para recuperar esa cercanía perdida. Por ejemplo, puede ser preferible una separación momentánea que os haga reflexionar a los dos sobre lo que de verdad deseáis, sin incluir terceras personas por medio. Si, por el contrario, eres tú la persona que ha sido engañada, ten en cuenta también el papel que has jugado en el distanciamiento y los problemas de la relación y trata de ver la aventura como una especie de toque de atención de tu pareja, que no ha sabido comunicarte su malestar de otra manera. 

Aburrimiento. Si te sientes aburrido con tu vida, una aventura puede darle una mayor emoción. El problema es que el precio a pagar puede ser alto. Tal vez una mejor solución podría ser planear junto a tu pareja nuevos modos de dar emoción a vuestra vidas. 

Cuando los caminos se separan. A veces sucede simplemente que lo que una vez os unió ha dejado de existir o de ser importante, y llega el momento de separaros. Es importante que una persona tenga claro cuáles son sus sentimientos y ser sincero con uno mismo respecto a ellos. Permanecer en una relación por motivos falsos, cuando el amor ya no existe, sólo servirá para crear resentimiento y amargura.